domingo, 24 de mayo de 2009

- 115 - DEFINITIVAMENTE SOY ÚNICO

Simultáneamente soy lo que soy y lo que llego a ser.
Ser y llegar a ser es algo simultáneo, no es algo separado.
Soy ahora y soy en mi proceso de llegar a ser.
Quiero llegar a autorrealizarme pero debo sentirme autorrealizado en parte en este momento. A menos que se sienta completamente descontento y con ganas de rehacer mi vida, siempre tengo una parte de autorrealización, la cual voy engrandeciendo y alimentando en el proceso de la vida para sentirme cada vez más y más autorrealizado.
En este proceso de desarrollo y continuos yo soy único. Es mi proceso y es mi desarrollo y de nadie más en el mundo.
Nunca pruebo ni debo aparecerme o imitar a otra persona, porque de otro modo iría contra las leyes que formaron mi constitución innata, intrínseca, íntima, esencial, las leyes que formaron mi yo único y exclusivo, mi ser-yo. Este es el que debo desarrollar y escuchar, aunque tenga que batallar continuamente contra la educación y el ambiente que tratan de hacer de mí algo diferente, algo colectivo, algo dividido e inseguro.
Debo ser como yo soy, pero debo entender y descifrar mi ser.
Debo aprender a oírlo, a escucharlo, haciendo silencio en mi interior y aprendiendo a manejar mis intuiciones, mi sexto sentido. Debo aprender a escuchar y seguir mi verdadera conciencia, y no la conciencia colectiva y social que quiere hacer de mí algo que no soy.
Mi yo-Ser, al mismo tiempo que es potente y exige ser desarrollado tal como es, es frágil y escondido, y a través de mi educación y de mi inconsciencia, lo he tenido como prisionero, aislado, olvidado.
Pero a pesar de todo, su conciencia se hace sentir continuamente a través de diferentes avisos: trastornos psicosomáticos, ansiedad, angustia, conciencia intranquila, neurosis, psicosis, frustración, descontento general consigo mismo y con la vida.
Definitivamente, soy único y por lo tanto debo estar conectado con la onda de mi ser innato, donde Dios y yo somos una sola cosa, y así seguir mi proceso para cumplir el plan de mi vida.

viernes, 8 de mayo de 2009

- 93 - ¿ME ENCUENTRO EN EL BUEN CAMINO?

"La suprema riqueza universal consiste en estar contento y en paz interiormente. Cuanto más satisfecho está uno, más relajado estar y podrá ajustar su mente a la sabiduría del círculo magnético y del Poder de los Poderes. Cuanto más sabiduría se posee más fácil es la vida, porque la gente no le teme a aquello que comprende". Si nos encontramos más o menos en esta onda, podríamos decir que vamos por el buen camino del bienvivir.
Si, por lo general, estamos contentos y nos sentimos interiormente en paz y sin temores nos encontramos en el camino de la sabiduría, lo cual nos permite comprender mejor la vida y, por lo tanto, vivirla mejor. "La verdad os hará libres" y la libertad interior es lo máximo que puede lograr el ser humano, la libertad interior es potestad de todas las personas, no importa cual sea su clase social. La libertad interior, cuyos mayores enemigos son los temores, nos permite vivir una libertad exterior más libre, más comprensible, más contentos y sin tantas preocupaciones inútiles que llenan nuestro cerebro frente a los primeros inconvenientes cuando no nos hemos ocupado lo suficiente en conseguir ese libertad interior.
Vamos por el buen camino si estamos trabajando y desarrollando nuestro interior y nuestra interrelación para una vida mejor y llena de sentido.
nos encontramos en el buen camino si vamos ampliando el conocimiento de nosotros mismos y vamos eliminando poco a poco, lo que nos estorba y nos quiere seguir empujando por el camino equivocado.
Nos encontramos en el buen camino cuando somos, cuando somos nosotros mismos tal como somos, cuando somos todo lo que somos.
Vamos por el buen camino cuando nuestro yo-Ser nos lo confirma a través de nuestra conciencia, a través de nuestro buen hacer, a través de un saludable tener.
Cuando vamos destruyendo nuestro egoísmo y vamos construyendo nuestro altruismo, cuando nos vamos sintiendo bien con nuestro comportamiento y nuestros procederes, cuando vemos que vamos mejorando nuestra relación con el prójimo, cuando vamos dominando nuestras pasiones negativas, y nuestros impulsos instintivos, cuando nos aceptamos como somos y aceptamos a los demás como son, todo esto significa que vamos por buen camino. Este camino tiene sus tropiezos, pero es el camino de la verdad y siempre hay que levantarse y seguir.
Nunca hay que detenerse o retroceder o lamentarse de lo difícil que es. Si seguimos con confianza y voluntad, paradójicamente viviremos más felices y contentos.

domingo, 3 de mayo de 2009

- 42 - APRENDERÉ A DOMINARME

Siendo la vida, la finalidad de la vidaterapia la limpieza e higiene de la vida, llevando los cambios necesarios para vivir bien, es indispensable que para sumergirnos en ese trabajo cultivemos el dominio de nosotros mismos.
El autodominio es una virtud rara y difícil, al parecer destinado a pocas personas, sin embargo todos tenemos la capacidad para lograrlo, si de verdad nos convencemos de su necesidad, de las ventajas que tiene para nuestro bienestar. Es nuestro propio juicio el que tiene que llegar a la decisión de trabajar para conseguir, poco a poco y con mucha paciencia esta virtud.
Si dejamos nuestra vida en manos de los instintos, del inconsciente, de ciertas emociones y sentimientos, de las pasiones de nuestro ánimo, de los vicios y de los defectos importantes, de nuestra apatía, de nuestra irresponsabilidad, de nuestra indolencia, de nuestra sugestionabilidad, de nuestras depresiones, de nuestras tribulaciones, ¿qué podemos esperar de bueno, de positivo, de concreto, de factible en nuestra vida? ¿qué realización o qué misión podemos confiable? ¿qué resultados realmente esperamos obtener?
Si pensamos un poco, todos creemos, al principio, que sí dominamos ese factores perturbaciones, del ánimo.Sí. En parte los dominamos. ¿Pero lo suficiente? ¿De vez en cuando? ¿Una o dos veces? ¿Cuando de verdad no quedaba otro remedio?
Si reflexionamos más objetivamente y con un poco más de visión realista, es posible que buena parte de nosotros tengamos que empezar seriamente el trabajo del autodominio. Hay que hacer un esfuerzo deliberado de nuestra voluntad. Las personas que vemos y admiramos por su autodominio y gran personalidad, por lo general, han conseguido, esas características únicamente a través del propósito, el esfuerzo y de la voluntad. De ir trabajando día a día, a veces penosamente y sin esperanza de cambiar tal o cual efecto, tal o cual vicio, tal o cual impaciencia.
Primero debemos estar convencidos de la importancia y necesidad vital del autodominio. Luego, empezar a recorrer el camino con plena fe de que los resultados que se obtienen bien valen la pena un poco de esfuerzo, voluntad y constancia.
Tengámoslo siempre presente, al leer este diario: sin esfuerzo y sin voluntad nuestra vida se perderá en la nada y en el sin sentido.