domingo, 27 de septiembre de 2009

-92- ¿POR QUÉ TANTO AFÁN EN NUESTRA VIDA?

Una cosa es ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente y otra muy diferente es volvernos esclavos de nuestro trabajo.
El trabajo para muchas personas se vuelve como un escondite; es como si quisieran esconder todas sus penas, sus ansiedades y a veces deseos desmedidos, ocupando todo su tiempo, su cuerpo y su mente en el trabajo. Normalmente personas así tienen "éxito".
Pero se puede llamar éxito a algo que se va consiguiendo a costa de cualquier sacrificio, como, por ejemplo, esos casos en el que el matrimonio fracasa?
El trabajo excesivo, sea por un placer profesional, sea por dinero, dificilmente conlleva contento, alegría o paz.
Nos vemos envueltos en un torbellino sin fin del cual es muy difícil salir, a menos que nos llegue el tan conocido aviso psicosomático. Entonces, tal vez hagamos caso a nuestro médico y nos tomemos unas vacaciones. Pero regresamos y si no hemos reflexionado sabiamente sobre nuestra situación, seguiríamos con el afán hasta que llegue un nuevo aviso. Y así, sucesivamente, para muchas personas. Son esas personas que quieren convencerse a sí mismas de que el afán por el trabajo es lo único que da sentido a su vida a pesar de no vivir bien, de vivir como acorraladas.
Es como un masoquismo, como si encontraran un placer morboso en inflingirse daño a sí mismas y también a los que los rodean.
El trabajo es importante, pero no debe ser esclavizante. Hay tanto por qué vivir en la vida.