domingo, 29 de noviembre de 2009

- 139 - EL PODER DE LAS PALABRAS

este escrito nos viene bien a todos, sin excepción ...


La historia se ha transmitido con palabras.
Toda nuestra herencia cultural se ha transmitido a través de la palabra.
Las palabras, por lo mismo son poderosas.
Las palabras pueden condicionar nuestra vida para mal o par bien.
La palabras permiten hacer y deshacer negocios; hacer o perder amigos; enamorarse u odiarse; casarse o divorciarse.
En fin, nuestra vida gira alrededor de la palabra y es la que nos diferencia de los animales.

Si las palabras son tan importantes, por qué no aprendemos a utilizarlas lo mejor posible, a fin de sean más bien útiles y constructivas?
¿Por qué tratar de destruir y destruiros con palabras?
Cuando nos dejamos dominar por nuestras pasiones negativas o por nuestro temperamento volátil ¿cuántas cosas podemos destruir de lo cual más tarde nos arrepentiremos?
¿Por qué no tener presente lo transcendente que puede ser una palabra en determinado momento?
¿Cuántas veces nos han sugerido contar hasta diez antes de decir algo importante?
Si nos dejamos llevar por nuestros instintos reflejados en palabras, podemos esperar problemas y complicaciones.
Utilizamos la palabra para herir al otro o para enaltecerlo.
Criticamos con una facilidad única es como un prurito.
Si estuviéramos conscientes del poder de las palabras nos ocuparíamos con más seriedad en
evitar la crítica que hacerlo solo para llevar una conversación.
Se corre la voz y una mala referencia nuestra, por envidia o malentendido, llega al oído de cien personas diferentes, las cuales entre unas y otras van distorcionando cada vez más el mensaje.
Seamos cautelosos en el uso de la palabra.
No nos gusta que nos hagan daño. Entonces no dañemos.

Tengamos presente el poder que tiene la palabra y que tenemos una seria responsabilidad de utilizarla para bien de la humanidad y, principalmente, para bien de todos los que nos rodean.
Un lenguaje adecuado es clave para una vida nueva.

domingo, 15 de noviembre de 2009

- 83 - PUEDO ELEGIR: ¿VIVIRÉ EL DÍA ALEGRE O TRISTE?


--Mami, este es para tí...nada es casual...este fue el elegido como siempre al azar...el mensaje estoy segura, es del hombre de tu vida para tí...para que te sientas en esta etapa tan difícil de tu vida, un poco mejor, alegre por lo que tienes: el amor y el apoyo de tus hijos, igual que lo tuvo él...lee--

Si todas las mañanas cuando nos levantamos tenemos presente que podemos elegir entre pasar el día tristes, apesadumbrados, preocupados, o alegres y llenos de espíritu, es caso seguro que elegimos esto último. Si estamos viviendo momentos trágicos y de dolor es diferente. Pero para la vida normal de todos los días podemos formarnos el hábito de pasar el día alegres y con buen estado de ánimo, solo depende de nosotros mismos.

Si por la mañana decidimos positivamente pasar el día bien y con alegría, es seguro que afrontaremos cualquier inconveniente con firmeza, seguridad y confianza. Nos sentiremos mucho mejor y en armonía con el mundo, a sabiendas de que hoy, el presente es la única vida real y verdadera, que nada conseguimos con refugiarnos en el pasado y en el futuro con pensamientos inadecuados y desprovistos de sentido común.

Es un hábito que podemos formarnos con un poco de voluntad, con un poco de actitud positiva y de confianza, con un poco de "lógica". En efecto: ¿qué ganamos con pasar el día tristes, malhumorados, desconfiados, susceptibles, sino conflictos y contrariedades?

Si hemos dormido mal o nos levantamos con malhumor, en vez de seguir mecánicamente con nuestros hábitos matutinos, hagamos un alto y reflexionemos. Digámonos que la vida es bella y vale la pena vivirla bien. Que a lo mejor éste es el último día que nos toca vivir. Sí. Podemos cambiar ese malhumor con alegría, en estado de ánimo positivo, si hacemos el correspondiente esfuerzo reflexivo y a la vez práctico.

Si utilizamos adecuadamente la experiencia, el recuerdo útil del pasado, podemos darnos cuenta y reflexionar cómo pasamos los días últimamente, por ejemplo. Y caeremos en la cuenta de que mucho mejor nos hemos acostado en la noche cuando hemos pasado un día alegres, positivos, llenos de confianza y optimismo. Que el día que hemos pasado tan preocupados por aquel asunto, no valió la pena, porque se solucionó igualmente.

No es que todo esto sea tan fácil, pero la existencia enseña que sí es factible y que, definitivamente, depende de uno mismo y hacer el esfuerzo por la alegría y el optimismo o, dejarse abatir por la tristeza y lo negativo.

Cultivemos y trabajemos interior y exteriormente para lograr una vida armoniosa, para el bienestar que es un don de Dios.

domingo, 8 de noviembre de 2009

- 21 - PARA MEJORAR NUESTRA PERSONALIDAD

Una de las tantas definiciones de personalidad es la siguiente: "la personalidad es lo que el hombre realmente es".
Para llegar a tener una personalidad definida necesitamos desarrollar nuestra inteligencia, encauzar nuestra voluntad, limar nuestro carácter, necesitamos disciplina, orden, riesgo, estudio, dominio propio y una relación respetuosa con los demás.
La voluntad es la que ejerce el influjo´más determinante a la hora de formar una personalidad. De la voluntad dependen todas las demás potencias: inteligencia, imaginación, memoria y sentidos exteriores.
La voluntad se educa y se encauza mediante la adquisición de buenos hábitos. Si desde pequeños nos hemos acostumbrado a no dejarnos arrastrar por el capricho o la intimidación de los demás, todo resultará más fácil y sencillo.
Por naturaleza y educación tendemos a ser puntuales, disciplinados y cumplidos. Otros , en cambio deberán librar una batalla contra sus inclinaciones negativas, su mal temperamento y su mal carácter; pero a todos en general, nos tentarán nuestras pasiones a hacer lo que no es positivo para el crecimiento y la maduración de la personalidad. El dominio de sí mismo es una gran virtud que se consigue con perseverancia mediante el esfuerzo personal.
"Yo soy así y no puedo cambiar", es una afirmación cómoda y falsa.
El carácter no es inmutable. Puede ser transformado y mejorado.
Para modificar el carácter o hacerlo variar, es necesario oponer hábitos o costumbres nuevas a las costumbres o hábitos viejos.
"No es sabio, ni inteligente el que sabe muchas cosas, sino el que logra aplicarlas para un bien determinado."
Luego utilicemos "inteligentemente" nuestra inteligencia para cambiar positivamente nuestro carácter y nuestro temperamento.
Si. La Vidaterapia necesita siempre un esfuerzo. Sin esfuerzos, sin voluntad, sin lucha, sin verdadero interés, no podemos pretender el dominio de nosotros mismos y siempre seremos esclavos de nuestros instintos y del mundo exterior.
Debemos elegir: o una vida cómoda y al azar, o una vida definida con verdadera personalidad.
¿Qué frutos recibiremos de cada vida?