viernes, 24 de diciembre de 2010

- 54 - ACOSTUMBRARSE A CUALQUIER COSA ES ALGO TERRIBLE -

FELÍZ NAVIDAD, BUON NATALE...

-ACOSTUMBRARSE A CUALQUIER COSA ES ALGO TERRIBLE -
Así dijo un maestro japonés del Zen.
Para ser flexibles hay que ejercitar la flexibilidad. Si conocemos ciertas limitaciones de nuestra constitución innata, también debemos reconocer nuestra capacidad para ser flexibles, para cambiar, y no ser prisioneros de un inmovilismo que nos lleva a ser y comportarnos como "animales de costumbre".
Seamos flexibles en nuestro pensamiento. Sabemos que hay costumbres y hábitos que no es malo tener, sino que son necesidades: lavarnos a diario y cepillarnos los dientes,comer, vestirse, conducir, etc, son hábitos necesarios y útiles que hacemos casi mecánicamente. Pero cuando nos comportamos mecánicamente en otros aspectos de nuestro vivir diario, es como paralizar y esclavizar nuestras potencialidades de desarrollo, de cambio, de crecimiento. El ser humano es capaz de cambiar y cada día que pasa debe verse el mundo bajo un nuevo prisma. Todas las cosas del mundo son nuevas cada mañana. Dejemos de pensar en ello como en una carga. Cada puesta de sol es diferente. Cada día es diferente lleno de nuevas perspectivas y cosas inesperadas.
No nos escondamos en una manera de ser estática,llena de hábitos y actitudes inflexibles. Arriesguèmonos a cambiar de nuestra vida lo que es necesario. "El cambio y el crecimiento tienen lugar cuando uno se arriesga y se atreve a experimentar en con su propia vida". La vida es un devenir, un llegar a ser continuo que solo termina con la muerte. Constantemente hemos de hacer frente a nuevos obstáculos y si no somos flexibles sufriremos continuamente. Debemos ejercitar nuestra mente para la flexibilidad, para adaptarnos a los cambios y cambiar para llegar a ser . En nuestro ser están latentes nuestras capacidades y potencialidades. Solo hace falta nuestro "darse cuenta" y hacer el esfuerzo necesario para desarrollarlas. Aprender sobre nuestra vida y como va evolucionando, es una necesidad que palpamos y sentimos con ese deseo de realización que está presente en nosotros. Hagamos de cada día algo bueno y valioso, mejorando lo que hay que mejorar en nosotros y en nuestro entorno, no vivamos mecánicamente con ese fondo de apatía y comodidad aparentes prisioneros de un condicionamiento interior y exterior estático y mecánico. Acordemonos siempre que la vida es un proceso y por tanto no tenemos ningún derecho a paralizarnos.
Hay que "sublevarse" y vivir bien la vida.

domingo, 7 de noviembre de 2010

-108- SER-PENSAR-DECIR-HACER

¿Cuántos de nosotros tenemos como una contradicción, una incoherencia, entre lo que somos, lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos.
Si reflexionamos serena y sinceramente nos daremos cuenta de que somos unos maestros criticando la personalidad de los demás y sus incongruencias, somos unos maestros dando sabios consejos a los demás de cómo vivir la vida, de decir o no decir tal cosa, de hacer o no hacer cuál cosa, de comportarse de un modo casi perfecto.
Tenemos una facilidad única para visualizar lo que es, lo que piensa, lo que dice y lo que hace el prójimo y creemos que si no fuera así, no pensara así o no hiceirea así, mucho mejor seria su vida. En fin, pareciera que tuviéramos la solución de la vida del prójimo en nuestras manos.
¿Por qué será que no tenemos esa misma capacidad de visión en relación a nosotros mismos?
¿Por qué no logramos ver la viga que hay en nuestros ojos?
Debido a que somos tan egocéntricos y que nos resistimos a la autocrítica y al autoconsejo, tenemos miedo de profundizar en nosotros mismos para descubrir las verdades de nuestro sentir y de nuestra conducta.
Si somos de los que pensamos una cosa, decimos otra y hacemos también algo diferente, es porque no hay congruencia, no hay unión en nuestro verdadero ser.
Es difícil ser perfectamente congruentes y coherentes, sin embargo, si no empezamos a trabajar sobre ello no veremos luz en nuestra vida.
Uno de los defectos más graves que deberíamos revisar es esa costumbre de pensar y decir y en la práctica no hacer nada, muy poco o algo completamente diferente.
Decimos que vamos a hacer tal cosa, o que tendríamos que hacer cuál cosa para que el mundo narche mejor. Sin embargo: ¿Hacemos las cosas que nos proponemos? ¿HAcemos algo para que nuestra vida marche mejor y no tratar siempre de arreglar el bendito mundo?
Deberiamos estar convencidos de que el mundo es la suma de todas nuestras vidas y que si nos ocuparamos de mejorar en todo sentido en nuestra forma de vivir, el mundo marcharia bien.

viernes, 8 de octubre de 2010

-tres años -79- COMO RESOLVEMOS NUESTRA SUPERVIVENCIA

Hola Papi,
Tres años sin verte y como si fuera ayer...te quiero mucho.
Me haces falta, hablar contigo, tus consejos y la forma maravillosa de ver la vida a través del amor...solo tú.
Donde estes, estas conmigo y te llevo en mi corazón.
Tu hija Lily


-79- COMO RESOLVEMOS NUESTRA SUPERVIVENCIA

Todos nos engañamos un poco, algo o mucho, al tratar de resolver nuestra supervivencia.
El engaño básico consiste en que presionados por por las necesidades vitales, por las necesidades inventadas y por el éxito material y profesional, nos vemos envueltos poco a poco, en un torbellino, dominados por nuestro afán de trabajar, de hacer siempre más para aspirar a tener siempre más.
Si somos de los que estamos envueltos en ese modo de vivir, ha llegado la hora de hacer un alto y estudiar nuestra situación bajo diferentes aspectos.
¡Tengo claras mis metas?
¿Pretendo resultados más allá de mis limitaciones?
¿Estoy verdaderamente contento con el camino de mi vida?
¿Me siento en paz conmigo mismo o me siento a menudo angustiado?
¿Cómo va funcionando mi parte somática?
¿La que hago lleva bienestar a mi familia?
¿Son mis relaciones familiares armoniosas?
¿Siento que además de luchas por mi supervivencia hay "algo más" que mi realidad anterior que va avisando?
¿Hay latentes en mi preguntas sobre el sentido de lo que hago?
¿Me siento lleno con mi vida actual o siento un vacío que tengo descuidado?
¿Me siento un robot o me siento dueño de mi mismo?
¿Estoy haciendo con mi vida lo que mi verdadero ser me exige?
¿Hasta qué punto estoy condicionado en mi lucha por la pura supervivencia?
¿Siento cierta libertad i armonía que me permiten vivir sosegadamente o vivo preso de la prisa y de la velocidad, de que lo importante son los resultados?
¿Me he dado cuenta si Dios juega algún papel en mi vida?
¿Me he preocupado por hacer cambios que pueden mejorar mi vida y la de los que me rodean, o me he limitado a vivir conscientemente?
¿Hasta qué punto me estoy engañando a mi mismo en el afán para sobrevivir?
Muchas son las preguntas que nos podemos hacer, a fin de darnos cuenta si nuestra vida es un engaño es una verdad.
No sigamos viviendo desordenadamente, precipitadamente, vanidosamente, materialmente, ciegamente.
Hagamos un exámen de consciencia, a fin de seguir viviendo en la verdad.

domingo, 5 de septiembre de 2010

-120- CÓMO SOMOS LOS SERES HUMANOS

El pensamiento dicotómico nos ha acostumbrado a dividirnos: somos así o así, lo uno o lo otro.
Mientras que en la realidad nosotros somos así o así, lo uno y lo otro. Somos ambas cosas:
buenos y malos
emotivos y fríos
creativos y no creativos
amables y crueles
teóricos y prácticos
trabajadores y perezosos
valientes y cobardes
serenos e irascibles
introvertidos y extrovertidos
sinceros y mentirosos
educados y maleducados
piadosos y duros
alegres y tristes
felices e infelices
observadores y ciegos
profundos y superficiales
tranquilos y nerviosos
sanos y enfermos
inteligentes y tontos
subjetivos y objetivos
fuertes y débiles
justos e injustos
altruístas y egoístas
racionales e irracionales
virtuosos y viciosos
positivos y negativos
optimistas y pesimistas
entusiantas y apáticos
y así tantas otras características o rasgos propios del ser humano.
Es posible que nos identifiquemos con algunas de estas características, sin embargo, si reflexionamos notaremos que también las contrarias estan presentes en nosotros. Es cuestión de gradación.
Aunque seamos, por lo general, entusiastas, es difícil evitar la apatía; aunque seamos observadores para unas cosas, somos ciegos para otras. Aunque tendamos a ser más en relación a una característica, la contraria puede estar siempre presente de acuerdo a las circunstancias e imprevistos de la vida.
Hay características que pueden ser equilibradas o son más, de acuerdo con la propia naturaleza de la persona, como por ejemplo ser más introvertido que extrovertido, etc.
Somos una mezcla, una amalgama de estos rasgos y de nosotros depende ir desarrollando y afincando en nuestra personalidad los rasgos "buenos", los que nos ayudan al bienvivir y a realizar nuestro yo-Ser, el cual es intrínsecamente "bueno".
Si nos vemos como la totalidad de características o rasgos que somos, nos podemos conocer y aceptar mejor al igual que a nuestro prójimo, y nuestro desarrollo será más adecuado y realista.

domingo, 11 de julio de 2010

- 144 - LA VIDATERAPIA

Cambio de conversación, transformaciñon, desarrollo, evolución... es la insistencia de la vidaterapia.
La vida definitivamente es cambio y la persona que no esté ispuesta a cambiar, seguirá viviendo presa de su estaticidad, de su inflexibilidad, de un "soy así y así moriré".
La Biblia lo dice: el hombre viejo tien que morir y así nacer el nuevo. Y eso significa todo lo que ha vnido propiciando la vidaterapia: necesidad de cambios interiores, desde cambios de hábitos hasta una transformación fundamental, el todo para una vida mejor, para un bienvivir.
No dejemos en pura teoría y buenos propósitos lo que nos ha llamado la atención paracambiar en nuestra vida lo que creamos necesario.
Pongamos en práctica lo que es conveniente y adecuado, siguiendo las instrucciones de nuestro yo-Ser, el cual a través de sus intuiciones e indicaciones hará encontrar, a cada quien, el método particular e individual para ir logrando los cambios necesarios que nos llevarán hacia una contínua autorealización.


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TE QUIERO PAPI:)

domingo, 13 de junio de 2010

-38- ¿CÓMO APROVECHAR POSITIVAMENTE MI EMOTIVIDAD?

El conocimiento de mi mismo, a través de la vidaterapia, me muestra que no soy yo solamente el resultado de mi razón, sino que influyen en mis decisiones, en mi comportamiento y en mi forma de pensar, mis emociones.
Aunque yo trato de que mi razón, a través del pensamiento, sea la directriz de mis actos, no puedo negar que mi emotividad juega un papel importante. Sin embargo, debo tener presente, como siempre y en todo momento, lo positivo y lo negativo respecto a mis emociones.
Hay emociones negativas, como, por ejemplo, las que nos llevan a la ira o al desconsuelo, y hay emociones positivas, como las que nos llevan hacia el optimismo y el entusiasmo.
Debo aprovechar estas últimas y emocionarme con las cosas buenas, de otro modo reaccionaría con apatía y desinterés
La simple lectura de las palabras de un buen libro no tendría consecuencia alguna, a menos de que se mezclen las emociones y los sentimientos con las mismas.
Luego, es un hecho que puedo canalizar positiva y eficazmente mi emotividad. Darme cuenta de qué papel juega la emotividad en mi vida y encauzarla adecuadamente.
¿Ha influido mi emotividad negativa en la pérdida de mi último trabajo?
Reflexionaré serenamente para poder manejar mi emotividad en una próxima oportunidad.
¿Tengo querellas continuas con mi cónyuge debido a mi continua emotividad?
Reflexionaré con mi cónyuge, a fin de producir los cambios necesarios para una mejor relación.
¿Por qué me ha salido tan bien el negocio?
Reflexionaré serenamente sobre este punto para darme cuenta de cómo mi emotividad positiva ha dirigido mi entusiasmo hacia la consecución del necocio.

Sí. Mis emociones son necesarias y pueden ser una bendición cuando aprenda a dominarlas adecuadamente. Y cuando me emociono para algo bueno y positivo en la vida, dejaré paso a esas emociones me permitirá conseguir el éxito y el triunfo de otro modo, fríamente, es difícil conseguirlos.
Un a buena idea o un sano deseo, sino se mezclan con emociones y sentimientos, difícilmente pueden hacerse realidad.

domingo, 9 de mayo de 2010

- 62 - PRISA, PRISA...¿POR QUÉ TANTA PRISA?

Una de las características de la tecnología moderna es la velocidad, es hacer y conseguir rápidamente las cosas.
Esta velocidad tecnológica se refleja en los seres humanos a través de la prisa con que viven y se conducen. Pareciera que nuestro reloj interior se quisiera adelantar continuamente, marchar a un ritmo desequilibrado desenfrenado. Esa prisa, psicológica interior es producto del condicionamiento tecnológico y no nos permite vivir la vida con más calma y más paciencia.
El vehículo es uno de los instrumentos tecnológicos que nos condiciona a la prisa. El vehículo es veloz y nosotros, aunque estemos al mando detrás del volante, nos dejamos arrastrar por el acelerador. Aunque manejando dentro de la ciudad pisamos el acelerador para llegar apurados a un semáforo. AL cambiar a la luz verde, si el vehículo que tenemos delante no arranca enseguida, le tocamos la bocina, y si se tarda unos segundos más es posible que empecemos a insultar a su conductor. Sí. Si observamos un tiempo cómo manejan los demás nos damos cuenta de que nos volvemos un tanto ridículos detrás del volante. La prisa se posesiona de nosotros. Es una de las cosas más inconscientes de nuestra parte.
Prisa, prisa...¿para qué? ¿Para llegar a la oficina a tiempo por no habernos levantado cinco o diez minutos antes? ¿Para llegar a la casa y sentarnos frente al televisor?
¿Qué ganamos realmente, sino malos sabores y accidentes por no "perder" unos minutos manejando en forma adecuada y normal?
Es que somos prisioneros de la máquina. A veces se opera hasta un cambio en nosotros cuando nos sentamos detrás de un volante. La máquina nos domina. Y así la velocidad de la diferente maquinária (vehículos, aviones, medios de comunicación, computadoras, etc), contribuye a nuestra prisa psicológica, que se transforma en un ritmo de vida muchas veces angustioso y preocupante para nuestra salud.
Llega el momento en que no podemos estar quietos con nosotros mismos ni un solo minuto. Sentimos en apremio de hacer algo: ver televisión, oir la radio, llamar a un amigo, leer un libro... y muchas veces sin la concentración debida. No nos damos cuenta, pero por culpa de esa prisa interiorizada, esa prisa psicológica, no logramos utilizar la paciencia y la calma necesarias para lograr nuestras metas, para reflexionar, para meditar, para vivir mejor o a un ritmo más humano y no a un ritmo condicionado mecánicamente.
Démonos cuenta, tomemos conciencia si la prisa influye o no en nuestra vida en forma negativa o frustrante.

domingo, 25 de abril de 2010

- 70 - ES NECESARIO REFLEXIONAR

Es necesario y prudente formarse del hábito de la reflexión diaria. Sólo lograremos cambiar lo que deseamos cambiar de nuestro comportamiento y manera de ser, si reflexionamos sobre ellos, sobre las experiencias, sobre la reacción o el consejo de los demás, sobre lo que nos llama la atención de algún libro.
El darse cuenta y volverse consciente de cómo funcionamos, reaccionamos, pensamos y nos comportamos, a fin de ir mejorando nuestra vida, en su mayor parte se consigue a través de una objetiva reflexión (paso previo de la acción).
Reflexionar es pensar, enfocando el pensamiento, siguiendo nuestra vidaterapia, hacia el continuo conocimiento de sí mismo. La mayor parte del día hemos estado en acción y en movimiento, ocupados con diferentes problemas de trabajo y de relación. ¿No es aconsejable y positivo tomarnos unos minutos aunque sea para algunas pequeñas o importantes reflexiones?
No somos máquinas, funcionamos diferente de las máquinas. Tenemos un motor propio, cuyo andar depende básicamente de nosotros y si nos dejamos envolver por el torbellino de la vida, sino utilizamos nuestra inteligencia para reflexionar y meditar en relación a nuestra vida, entonces nuestro motor interior viene a ser manejado completamente por el condicionamiento exterior.
Reflexionar adecuadamente es la clave del bienvivir, para ser realmente nosotros mismos, para ir afirmando nuestro carácter y nuestra personalidad, para lograr la propia filosofía de la vida y no ir a la deriva, al ser manipulados continuamente sin darnos cuenta. La reflexión ayuda a reafirmar nuestros valores, ayuda en el difícil camino de desarrollar las virtudes, ayuda a limpiar nuestra consciencia de tantos vaivenes, o malentendidos que se dan durante el día, ayuda a higienizar nuestra vida para vivirla bien. La reflexión nos acerca más a Dios, a la verdad. El tener fe en Dios, todo poder, bondad y amor, alimenta positivamente nuestra reflexión y nos permite salvar los obstáculos de nuestros resentimientos, de nuestra vanidad, de nuestra profunda soberbia que a veces nos quiere llevar a la auto destrucción.
Reflexionar ayuda a eliminar la prisa y la velocidad de nuestra vida. Ayuda a cultivar la paciencia, tal vez la virtud más necesaria en el mundo de hoy.
Unos minutos al día dedicados a la reflexión sobre nosotros mismos y nuestra vida de relación refresca nuestro andar y nuestra lucha por la supervivencia.

domingo, 11 de abril de 2010

- 74 - HAY QUE GANARSE A SÍ MISMO

Tal vez pueda parecer paradógico el hecho de que para recorrer el camino de la vida de la vidaterapia, se necesita esfuerzo y sacrificio, a fin de vivir bien.
Sin embargo, la experiencia nos demuestra que todas las satisfacciones que vamos teniendo en nuestra vida tienen como contrapartida el esfuerzo y el sacrificio, la lucha, el pago del precio respectivo. Y este esfuerzo es el más grande en la meta de ganarse a sí mismo.
Nuestro auténtico yo, nuestro ser, lo que somos, como realmente somos, debe luchar continuamente con sus otros yoes destructivos y negativos, sus yoes cómodos y apáticos, sus yoes que se rinden a la primera dificultad, sus yoes que quieren convencer razonablemente al auténtico yo de que tal o cual meta no vale la pena. Por eso es tan difícil ganarse a sí mismo, porque hay que vencer a muchos yoes escondidos traicioneramente, que nos hacen malas jugadas y no nos permiten avanzar en nuestro desarrollo, en nuestro crecimiento.
Ganamos dinero, ganamos metas materiales, ganamos éxitos, ganamos competencias, ganamos un buen trabajo, ganamos una familia, ganamos amigos. Tal vez a lo largo de nuestra vida estemos acostumbrados a ganar relativamente.
¿Y nuestro yo,nuestro ser? ¿Nos hemos ganado a nosotros mismos?
¿Por qué ganarse a sí mismo es importante?
Porque ganarse a sí mismo es liberarse, es descondicionarse de los yoes negativos y destructores y de lo exterior.
Es vencer el propio ego que nos corroe. Es vencer todo lo que coarta nuestra libertad interior y nuestra purificación.
Es vencer los yoes desencadenados que nos corrompen, que irrumpen con pasiones desenfrenadas, con emociones negativas, con impaciencias, con actitudes y hábitos desastrosos y, en general, que hacen todo lo que esté a su alcance para evitar que nos ganemos a nosotros mismos.
Ganarse a si mismo es una lucha que bien vale la pena y el ganarnos continuamente nos permitirá ir viviendo de acuerdo con lo que realmente somos, de acuerdo con las indicaciones de nuestro yo Ser.

domingo, 28 de marzo de 2010

- 55- ¿QUÉ SUCEDE ENTRE LA TEORIA Y LA PRÁCTICA?

El ser humano, en su deseo de ir mejorando su calidad de vida, tanto material como espiritual. Ha ido fabricando, a través de los siglos, ideas y más ideas, muchas de las cuales fueron llevadas a la práctica y otras siguen siendo utopía. Muchos libros se han escrito y se escriben sobre la calidad de vida. Cuando leemos estos libros suceden diferentes cosas en nuestra mente de acuerdo con la manera de ser y el tipo de vida que cada quien lleva. Una de las cosas que pueden suceder es que, al principio, nos entusiasmemos, para llevar a cabo ciertos cambios diferentes cosas en nuestra mente de acuerdo con la manera de ser y el tipo de vida que cada quien lleva.
Una de las cosas que pueden suceder es que, al principio, nos entusiasmemos para llevar a cabo ciertos cambios para mejorar nuestra vida, y luego que nos damos cuenta que no es tan fácil, claudicamos y pensamos que los que escriben estos libros son meramente teóricos, que en la práctica la realidad es diferente.
Debemos ser inteligentes: debemos saber que a los autores de estos libros se les hace muy difícil llevar sus buenas intenciones a la práctica. Pero: ¿Qué obra no se puede realizar si antes no se prepara debidamente un plan el plan lo podemos concebir perfecto, pero al llevarlo a la práctica salen a relucir las debilidades humanas. Entonces no descartamos las buenas sugerencias de un libro, dejándonos llevar por nuestra autosuficiencia y nuestra soberbia. Si algo nos llama la atención, leamos lo detenidamente, con severa meditación, y veamos que pueden hacer por nosotros esos consejos que están tomados de la realidad y de la experiencia de la vida y que, por lo tanto, pueden hacerse realidad. ¿Como llevar a cabo mi vidaterapia en la práctica, avanzando paso a paso con la motivación de la teoría? Primero convencerse de que tal teoría es un plan que puede hacerse realidad y que no es solamente imaginación o deseo o fantasía para una vida mejor. Segundo, creer que todo es posible en la vida y que solo es cuestión de creerlo y proponerse lo. Si los viajes a la luna y las ciencias, en general, son una realidad nacida de teorías muchas veces utópicas, ¿porque desestimar la capacidad del ser humano en cuanto a hacer realidad su deseo de una vida mejor, su deseo de tratar día a día de vivir bien, de vivir a gusto consigo mismo y con el mundo?
"Lo que la mente puede concebir y creer, la mente puede lograrlo". Esta es una verdad irrefutable que se hará realidad si queremos efectuar ciertos cambios para una mejor calidad de vida.
La clave principal es creer que se puede. La demás depende de nuestro esfuerzo, de nuestra inteligencia y de nuestra sabiduría.

domingo, 14 de marzo de 2010

- 14 - NO ME ANGUSTIARÉ POR EL DÍA DE MAÑANA

Nos angustiamos fácilmente por el día de mañana, por el futuro. Si las cosas no marchan completamente sobreruedas y hay ciertas dificultades, tendremos a imaginarnos un futuro problemático.
Sin embargo, si damos un vistazo al pasado nos damos cuenta de que, a pesar de nuestras lógicas o a veces inútiles preocupaciones, hemos superado los problemas, hemos seguido viviendo, y aquí estamos el día de hoy llenos de salud y vigor para seguir luchando. Recordémonos de los peores problemas y de cómo se han resuelto con nuestro esfuerzo y con la ayuda de Dios. Con más facilidad podremos resolver los problemas de hoy ya que nuestra experiencia nos sirve de apoyo.
Debemos utilizar nuestra memoria y nuestra reflexión, a fin de que la experiencia vivida en el pasado nos permita vivir un presente mejor y vislumbrar un futuro optimista y lleno de fe.
Una cosa que nos enseña la experiencia, es dedicarnos a nuestro trabajo de hoy con toda nuestra responsabilidad y entusiasmo, cuando llegue la noche más de un problema se habrá solucionado y estaremos tan contentos de lo realizado que tendremos más fe, confianza y seguridad en lo que pueda suceder el día de mañana.
"Quién, de vosotros , por angustiarse, puede prolongar un codo a su existencia?" No son palabras filosóficas solamente. Son palabras útiles y prácticas que nos hacen pensar y vivir con menos ansiedad y más confianza.
Angustiándonos lograremos enfermar nuestro cuerpo y nuestra mente. Seremos esclavos de nuestras emociones y de nuestro temperamento, haciéndonos la vida infeliz y haciendo infelices a los que nos rodean.
Tenemos la capacidad de dominarnos, si tenemos presente la actitud mental positiva, pensar con fe y confianza en Dios y en nosotros mismos y, sobretodo, llevando a cabo la acción necesaria: trabajar.
Mañana será otro día y muchas cosas positivas que hoy no podemos predecir pueden suceder. Mientras tanto dediquémonos a los quehaceres de hoy. Hagamos que esta vidaterapia, esta filosofía práctica y útil para mejorar nuestra vida, esté siempre presente en nuestra memoria, en nuestros pensamientos, en nuestra labor diaria, dándonos cuenta de como podemos utilizar nuestra inteligencia para vivir mejor. Sí. Para vivir más felices.

domingo, 7 de marzo de 2010

- 116 - LA VIDATERAPIA ES LA SOLUCIÓN

El lenguaje es siempre limitado e inadecuado para describir la realidad completa del ser humano, de su mundo interior y de su interacción con el mundo exterior.
Hay experiencias interiores que son imposibles de describir y algunas de ellas las proyectamos a través de la poesía, del arte, de la literatura, pero, en general, siempre limitadas.
Aparte de que el lenguaje es insuficiente para describir ciertas experiencias, existe el temor, de parte nuestra, de darnos a conocer a nosotros mismos, y por supuesto a los demás, tal como somos, con todas nuestras características.
En general, nos queremos transmitir y queremos transmitir al mundo lo que se exige por herencia y por prejuicios: objetividad y más objetividad, como si nuestro mundo subjetivo existiera solo para ser reprimido, guardado, escondido, como algo patológico o fuera de lugar.
La ciencia con todos sus avances impresionantes y que debemos respetar y auspiciar, es la madre de la objetividad y nos ha ayudado sobre manera a conocer mejor la realidad exterior.
Sin embargo, la ciencia sigue rebelde en estudiar e investigar también la subjetividad y el mundo interior del ser humano.
Hay estudiosos de las ciencias psicológicas que están haciendo grandes esfuerzos porque la ciencia acepte el estudio y la investigación del mundo subjetivo, incluyendo los principios, las convicciones y los valores que mueven al ser humano.
La vidaterapia parte del principio que, por complicada que sea, la estructura de cualquier sistema, éste ha de ser objeto siempre de la investigación "científica".
La vidaterapia es una invitación al ser humano al estudio y a la investigación de su propia persona y de su interrelación con los demás, o sea de la vida misma.
La vidaterapia es una invitación a no seguir viviendo abrupta y prejuiciosamente, desconociendo los factores internos y externos, cuya investigación y descubrimiento de cómo funcionan pueden permitir una vida más plena.
No sigamos dividiendo el objeto del sujeto, veamos al ser humano como integrado totalmente y así podremos disfrutar de nuestro mundo subjetivo y de nuestro mundo objetivo, o sea, de la realidad total.

domingo, 21 de febrero de 2010

- 45 - COMO AMAR EN LA PRÁCTICA

Salir de nuestro egoísmo es amarnos a nosotros mismos sin tantos complejos. Es aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos y dar lo mejor de nosotros.
Solo podemos amar, estimar, respetar y comprender a los demás si lo mismo hacemos con nuestra propia persona.
Amar es un darse que en la práctica significa tener una constancia y una fortaleza para ayudar a cubrir las necesidades del prójimo. Hay necesidades económicas, corporales, afectivas, espirituales, etc. Todo lo que podemos hacer para ayudar al prójimo a cubrir humanamente estas necesidades, es una forma de amar.
El matrimonio es un intercambio continuo, donde uno de los cónyuges cubre necesidades del otro y visceversa.
¿Nos hemos puesto a pensar cuántas de nuestras pequeñas comodidades acabarían si llegara a faltar nuestro cónyuge?
No solo la parte afectiva quedaría afectada, sino la falta de todos aquellos pequeños detalles prácticos diarios a los cuales nos habíamos acostumbrado. Ese intercambio de detalles, ese continuo dar y recibir, es la fuerza del amor.
Y cuando demos no lo hagamos esperando siempre recibir algo a cambio. Si damos desinteresadamente, tarde o temprano recibiremos.
¿Acaso se nos ocurre pasar factura a nuestros hijos cuando se valen por sí solos? No. Les hemos dado todo nuestro amor con la única esperanza de haberlos preparado bien para la vida y de que vayan por el camino del bien, y cuando nos necesiten de veras debemos darle mucho amor incondicionalmente. No amemos egoísticamente a nuestros hijos, con la expectativa de que se desarrollen y lleguen a ser acorde con alguna fantasía preestablecida por nuestros deseos. Dejar que cada quien sea como es, es uno de los grandes principios del amor.
Amar no debe ser solo un pensamiento o un sentimiento guardado dentro de nosotros alimentando castillos en el aire. Amar es obrar, es hace.
Es perdonar cuando el otro nos ofende.
Es hacer el esfuerzo por escuchar a la otra persona llena de problemas, aunque nos sintamos cansados.
Amar es tender la mano al necesitado. Es acompañar al enfermo.
Es visitar al amigo en la cárcel.
Amar es llenar nuestro día de tantos pequeños detalles de amor.

domingo, 31 de enero de 2010

- 33 - YO SOY ÚNICO, NO QUIERO SENTIRME "ESTANDARIZADO"

El doctor Alexis Carrel nos dice que no basta el adelanto tecnológico, "que mucho más importante sería proporcionar a aquellos que se consagran a las cosas del espíritu los medios para desarrollar su personalidad de acuerdo con su constitución y con su propósito especial...El materialismo brutal de nuestra civilización no sólo se opone al encubrimiento de la inteligencia, sino que destroza también a los afectivos, a los apacibles, a los débiles, a los aislados, a aquellos que aman la belleza, que buscan algo más que el dinero, cuya sensibilidad no resiste la vulgaridad de la existencia moderna".
Estaremos de acuerdo o no con el doctor Carrel según nuestra filosofía, nuestra práctica y nuestra visión del mundo.

Nos podemos hacer algunas preguntas:
- ¿Creo que el dinero y lo material es el fin de la vida, el verdadero éxito lo único que me hace sentir bien y feliz?
Si es así, siga adelante pero con probidad y justicia, sin pisotear a los otros con dignidad...y sin olvidar el espíritu,
- ¿Siento que aparte de la necesidad material, mi ser aspira al desarrollo mental positivo y espiritual?
Si es así, empiece de una vez o siga con sus aspiraciones mentales y espirituales.
- ¿Siento que para vivir mejor debo mejorar mi comportamiento, mi relación con los demás, mis hábitos, mis actitudes, y trabajar continuamente en el desarrollo de mis potencialidades y necesidades espirituales?
Pues, hágalo. Proceda. Póngase en acción.

Cada quien debe "desarrollar su personalidad de acuerdo con su constitución innata", acorde con ese aviso o sentimiento interior que le dice que debe ser así, que debe proceder de tal o cual modo.
No podemos ir en contra de nosotros mismos, debemos ser nosotros mismos y no dejarnos estandarizar y masificar por la civilización por la sociedad, por el mundo.
Nuestro desarrollo mental, espiritual y conductual, es una primordial necesidad que debemos tener siempre presente, a fin de no caer en la inercia y ser absorbidos por un materialismo y un ritmo de vida que van en contra nuestra verdadera manera de ser, pensar y creer.

domingo, 24 de enero de 2010

- 65 - EL CAMBIO ES POSIBLE A CUALQUIER EDAD

Nunca es tarde para rectificar. Hasta el último momento de nuestra vida tenemos posibilidad de alcanzar el éxito y la felicidad.
Es posible que para algunos la vida haya sido un "vivir por vivir", un andar sin metas y si objetivo, hasta los cuarenta, cincuenta, sesenta o setenta años, no importa. Las causas son muy personales y muchas veces ha influido el hecho de que, por necesidad se ha tomado el primer trabajo que estaba a mano. Luego, se ha seguido dando tumbos, de un trabajo a otro, siempre sin un objetivo específico. Sin embargo, a través del tiempo se iba sintiendo algo en el interior de uno que lo empujaba hacia un gusto específico. Entonces, a los sesenta años, por ejemplo, se presenta la oportunidad para llevar a cabo lo que le gustaba a uno.
Pues hay que aprovecharla y nunca pensar que es demasiado tarde para un cambio que ayude a la persona a realizarse.
Tarde o temprano, si uno tiene fe, se consigue lo que tanto se acariciaba. No hay que desanimarse ni a los setenta años, por ejemplo, se encuentra el camino que consciente o inconscientemente se ha ido buscando toda la vida. Si llega la oportunidad a los setenta años, la persona debe sentirse feliz por empezar su realización y dar gracias a Dios por haberlo escuchado.
Hay miles de ejemplos en la historia del mundo de grandes proezas entre sesenta y ochenta y más años de edad. Lo importante es mantener el espíritu joven, vivir con fe y sabiendo lo que uno quiere, poner en acción el entusiasmo, a fin de realizar lo que uno tanto ha ambicionado y deseado.
¿Hemos llegado a avanzada edad sin sentirnos realizados por no saber lo que queríamos? Reflexionemos un poco, pensemos qué es lo que nos llama la atención y nos gusta, decidámonos a llevarlo a cabo y fijemos los objetivos correspondientes a corto y largo plazo.
Hay que tener valor para cambiar nuestra vida en el momento que sea necesario, en el momento que sintamos que nuestra realización en la vida depende de que nos atrevamos a dar el paso correspondiente. Si hemos vivido por vivir llevando, al mismo tiempo, un sueño en nuestro interior, es hora de despertar de ese sueño y ponerlo en práctica. No importa la edad que tengamos.