viernes, 24 de diciembre de 2010

- 54 - ACOSTUMBRARSE A CUALQUIER COSA ES ALGO TERRIBLE -

FELÍZ NAVIDAD, BUON NATALE...

-ACOSTUMBRARSE A CUALQUIER COSA ES ALGO TERRIBLE -
Así dijo un maestro japonés del Zen.
Para ser flexibles hay que ejercitar la flexibilidad. Si conocemos ciertas limitaciones de nuestra constitución innata, también debemos reconocer nuestra capacidad para ser flexibles, para cambiar, y no ser prisioneros de un inmovilismo que nos lleva a ser y comportarnos como "animales de costumbre".
Seamos flexibles en nuestro pensamiento. Sabemos que hay costumbres y hábitos que no es malo tener, sino que son necesidades: lavarnos a diario y cepillarnos los dientes,comer, vestirse, conducir, etc, son hábitos necesarios y útiles que hacemos casi mecánicamente. Pero cuando nos comportamos mecánicamente en otros aspectos de nuestro vivir diario, es como paralizar y esclavizar nuestras potencialidades de desarrollo, de cambio, de crecimiento. El ser humano es capaz de cambiar y cada día que pasa debe verse el mundo bajo un nuevo prisma. Todas las cosas del mundo son nuevas cada mañana. Dejemos de pensar en ello como en una carga. Cada puesta de sol es diferente. Cada día es diferente lleno de nuevas perspectivas y cosas inesperadas.
No nos escondamos en una manera de ser estática,llena de hábitos y actitudes inflexibles. Arriesguèmonos a cambiar de nuestra vida lo que es necesario. "El cambio y el crecimiento tienen lugar cuando uno se arriesga y se atreve a experimentar en con su propia vida". La vida es un devenir, un llegar a ser continuo que solo termina con la muerte. Constantemente hemos de hacer frente a nuevos obstáculos y si no somos flexibles sufriremos continuamente. Debemos ejercitar nuestra mente para la flexibilidad, para adaptarnos a los cambios y cambiar para llegar a ser . En nuestro ser están latentes nuestras capacidades y potencialidades. Solo hace falta nuestro "darse cuenta" y hacer el esfuerzo necesario para desarrollarlas. Aprender sobre nuestra vida y como va evolucionando, es una necesidad que palpamos y sentimos con ese deseo de realización que está presente en nosotros. Hagamos de cada día algo bueno y valioso, mejorando lo que hay que mejorar en nosotros y en nuestro entorno, no vivamos mecánicamente con ese fondo de apatía y comodidad aparentes prisioneros de un condicionamiento interior y exterior estático y mecánico. Acordemonos siempre que la vida es un proceso y por tanto no tenemos ningún derecho a paralizarnos.
Hay que "sublevarse" y vivir bien la vida.