miércoles, 31 de diciembre de 2008

-57- CAMINARE POR EL SENDERO DE LA SABIDURIA

"Amad la justicia, los que gobernáis la tierra, pensad rectamente del Señor y con sencillez de corazón buscadle". Así comienza el libro de la sabiduría. Y sigue en su capítulo 7: "En todas las edades (la sabiduría) entra en las almas santas y forma en ellas amigos de Dios y profetas, porque Dios no ama sino a quien vive con la sabiduría".
Podemos distinguir, aparentemente, entre sabiduría divina y sabiduría científica, sabiduría humana, sabiduría popular, etc. pero la sabiduría a que vamos a hacer referencia es la que se relaciona con nuestro pensar y nuestro comportamiento en la vida diaria de relación, a sabiendas, lógicamente, de que sabiduría " es un hálito del poder de Dios". Nos referimos pues, a la sabiduría humana en general, a la sabiduría que necesitamos para una mejor supervivencia, para una mejor reflexión, para un mejor conocimiento de nosotros mismos, para un mejor comportamiento, para una mejor interrelación, para realizar un mejor trabajo, para una mejor vida familiar, para una mejor vida comunitaria. La sabiduría viene siendo un compendio de todas las otras virtudes, viene siendo también su guía. La sabiduría humana debe alimentarse continuamente de la sabiduría divina. Es el poder de Dios en definitiva el que trasmite esa sabiduría. Por eso Dios tiene que estar siempre presente en nuestra vida, a fin de que podamos recorrer con Él el cambio de la sabiduría. Vivir con sencillez, simplicidad y bondad, amor, prudencia y humildad, es vivir con valentía y con fortaleza, todo lo contrario de los que pueden creer que es cobardía, que es un encorcharse o un rendirse a las cosas del mundo. Sabio es aquel que conoce, pero que es sencillo; que tiene experiencia, pero ha aprendido a ser humilde; es aquel que sabe, pero lo transmite con bondad.
La sabiduría es tanto del pobre como del rico, tanto del analfabeto como del intelectual, tanto del obrero como del profesional. La sabiduría está presente en todos los niveles del ser humano.
Lo importante, para recorrer ese camino, es que cada quien la desee y haga lo necesario para adquirirla. La sabiduría da paz y confianza al que la va logrando, puliéndolo de los complejos que obstruyen ese camino. Sí. Los complejos, de cualquier naturaleza, son nuestros enemigos que no nos permiten aceptarnos y estimarnos y querernos tal como somos y que se interponen es este sabroso sendero de la sabiduría.

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