domingo, 30 de noviembre de 2008

-133- LOS APETITOS ENSUCIAN Y FATIGAN

"Los apetitos:
cansan y fatigan
atormentan y afligen
ciegan y oscurecen
ensucian y manchan
entibian y enflaquecen". (San Juan de la Cruz).
El apetito es un impulso instintivo que nos lleva a satisfacer deseo o necesidades.
Es adecuado un saludable equilibrio en lo referente a nuestros apetitos, sean corporales, mentales o espirituales.
Los apetitos corporales son principalmente el hambre y la sed, amén del vestido, del techo, y too lo relacionado con nuestro cuerpo.
Los apetitos mentales son más peligrosos y se refieres, principalmente, a nuestras pasiones (relacionadas también con nuestro cuerpo), a nuestros pensamientos, a nuestros deseos, a nuestras fantasías, a nuestra imaginación, a nuestros sueños, a nuestras intuiciones, etcétera.
Debemos estar en guardia contra estos apetitos corporales y mentales, que en vez de cubrir necesidades, pueden ser presas de nuestras debilidades, tentaciones, ambiciones desmesuradas y llevarnos a un desequilibrio peligroso y perjudicial.
Sabemos de los poderes de nuestra mente, pero debemos saber también lo mucho que nos podemos equivocar , si no canalizamos debidamente esos apetitos naturales que llenan nuestra mente y que es sumamente necesario aprender a manejarlos y dirigirlos.
Dejarnos arrastrar por deseos , fantasías y sueños por encima de nuestras posibilidades, es perseguir fantasmas. Y si tenemos intuiciones, es con ellas que debemos tener más cuidado, porque una intuición equivocada o mal entendida puede distorsionar y poner en dificultades nuestra propia vida.
Más peligrosos todavía que los apetitos y mentales, pueden ser los apetitos espirituales, porque todo lo espiritual está relacionado con Dios y está relación hace que el contacto directo e integral que tiene el espíritu con nuestra mente, lleven nuestros deseos de Dios a una visión distorsionada e irreal que nos puede hacer equivocar toda la vida por basarnos en premisas inconscientemente o conscientemente irracionales y falsas y lejos de todo l que puede ser una verdadera relación con Dios.

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